Siempre he creído en la importancia de la Literatura
Infantil. Así lo demostré hace unos años con mi proyecto de “Animación a la
lectura” con el que me estrené como monitora de actividades extraescolares.
Pero desde entonces ha llovido bastante y mi percepción sobre el tema ha
variado un poco, producto de ir conociendo, probando y viendo cuáles son los
cuentos más apropiados a la época en la que vivimos y a los gustos e intereses de
los niños.
En esta entrada voy a hacer una pequeña reseña de algunos de
los cuentos que he utilizado y de cómo me han funcionado. He de decir que
siempre prefiero adquirirlos en inglés, si es posible, porque al contarlos en
castellano me resulta mucho más fácil que si lo hiciera a la inversa.
En cualquier caso, mi conclusión es que casi todos los cuentos contados con interés, expresión y ganas pueden enganchar a nuestro pequeño público.
- “The color Monster” (El Monstruo de colores), de Anna Llenas. Es un libro muy completo porque ayuda a conocer algunas de las emociones básicas y los colores. Tengo la versión “pop-up” y sus dimensiones e ilustraciones son muy llamativas para los niños que comprenden el cuento en inglés desde el principio, sin traducción o introducción en castellano. Lo he utilizado con niños de 1 a 3 años y se vuelven verdaderos fans de este monstruito. Ni hablar de la cantidad de recursos y actividades que se pueden utilizar y hacer a partir de él, ya creados o de elaboración propia.
- “A taste of the Moon” (¿A qué sabe la Luna?), de Michael Grejniec. Descubrí este cuento haciendo prácticas en un cole con niños de 4 años. Es sencillo, acumulativo y con animales. Una mezcla perfecta para enganchar a los peques. Desde que lo conocí lo he utilizado siempre que he podido y siempre ha resultado un éxito, al menos con niños de 2 a 6 años. Al igual que el anterior, a partir de él también se pueden realizar muchísimas actividades, dependiendo de la edad: desde actividades orales a gymkanas. Intenté buscar la versión “pop-up” en inglés, pero no la encontré (no sé si existe), aunque viene con un metro genial para complementar nuestras actividades.
- “La avellana”, de Éric Battut. Este es un descubrimiento reciente. El día del Libro de este año, uno de los papás de mis alumnos lo contó en clase. Tiene una estructura bastante similar al de “¿A qué sabe la Luna?”, por lo que a los niños les suele también gustar. Aunque, como son bastante parecidos, si tuviera que elegir, elegiría el anterior que ya solo la pregunta del título proporciona infinidad de posibilidades. “La avellana” no pude encontrarlo en inglés.
- “The very hungry caterpillar” (La oruga glotona), de Eric Carle. Conocía este libro desde la carrera, pero hasta este año no lo he utilizado realmente. Intenté buscar la versión “pop-up” pero era un formato muy pequeño para mi gusto. Así que me quedé con la versión “big board book” que es grande para mostrar en clase y original, con agujeritos que se supone que la oruga ha ido haciendo al comerse las frutas y alimentos. Es ideal para trabajar con niños de 2, 3, 4 y 5 años, sobre todo -desde mi punto de vista- en primavera.
- “The story of the little mole who knew it was none of his business” (El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza), de Wener Holzwarth y Wolf Erlbruch. Como el anterior, también hacía bastante tiempo que lo conocía, pero no ha sido hasta este año cuando lo he empezado a utilizar. Ideal para niños de entre 3 y 6 años. Quizás sea por la risa que provocan en ellos las cosas escatológicas o por la cantidad de animales que aparecen. Además, como fiel seguidora de los “pop-up”, debo de decir que el de este libro es bastante divertido. Aunque, en cuestión de actividades, es uno de los que menos me ha dado de sí.
- “Giraffes can´t dance” (Las jirafas no pueden bailar), de Gilas Andreae y Guy Parker-Rees. No he llegado a usar la versión original. Leí que era interesante, recomendado para niños a partir de 6 años y quise probarlo. Sin embargo, un error de envío hizo que llegara a mis manos una de sus variantes: “Number rumba, counting book”, completamente diferente al original pero que, como todo recurso, tiene grandes posibilidades para conocer números, animales y estilos musicales. Muy divertido para los niños utilizado, principalmente, por lo de la música.
- “Eres como…” de Desirée Acevedo. Este es, sin duda, el más especial (al menos para mí). Fue un regalo de una de las familias de mis alumnos y se trata de una historia en la que se van comparando “la seño” y sus alumnos con preciosas metáforas. Muy emotivo para nosotros y muy divertido para ellos.
En cualquier caso, mi conclusión es que casi todos los cuentos contados con interés, expresión y ganas pueden enganchar a nuestro pequeño público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario